Desde AEDNA (Ajedrez Educativo Navarra) creemos necesario hacer una aclaración que puede ser importante para las madres y padres, y docentes, ya que son estos normalmente los que deciden que sus hijos se apunten a esta actividad.

Ante todo, es necesario mostrar que nuestro trabajo como Asociación persigue el sueño de que los docentes del sistema educativo sean los que, en horario escolar, utilicen el ajedrez como herramienta didáctica y terapéutica, porque es en este contexto donde todos los niños, los de altas capacidades y también los que tienen necesidades educativas especiales, pueden aprovechar las grandes potencialidades educativas de este juego.

Sin embargo el Ajedrez Educativo y Terapéutico constituye una actividad extraordinaria también para adultos de cualquier edad, que quieren mantener sus recursos cognitivos engrasados, además de conocer y disfrutar con personas de intereses muy similares, incluso jugar con personas mucho más jóvenes.

.El ajedrez promueve capacidades críticas

Estamos convencidos de que el ajedrez tiene demasiadas conexiones con la comprensión lectora, el autocontrol, el pensar antes de actuar, la disposición afectiva a enfrentarse a problemas, la acumulación de experiencias que requieren planificar (y equivocarse/aprender), la autoestima y la concentración, como para que algunos docentes dejen de considerar que igual es una pérdida de tiempo que puede dificultar la consecución de contenidos obligatorios dentro del currículo escolar.

.Las clases de ajedrez pueden tener dos enfoques distintos

Las actividades extra-escolares, aquellas que surgen tanto para los niños que se quedan a comedor, como las que tienen su comienzo cuando las clases han acabado a las tardes, incluso para adultos, son un gran cajón de sastre, donde hay actividades deportivas, talleres, deportes e incluso otras como bailes, música o artes marciales.

Ajedrez como actividad intergeneracional

Los padres que inscriben a sus hijos a «la extra-escolar de Ajedrez», se enfrentan a una gran cantidad de ambigüedades, que hacen que quizás sus objetivos no se cumplan por desconocer el enfoque real de la actividad.

¿Es Ajedrez Educativo y Terapéutico o Ajedrez orientado a la competición? ¿Hay alguna diferencia entre ellos?

La verdad es que la diferencia es enorme, ya que los objetivos no tienen nada que ver en ambos contextos.

¿Qué se pretende con la actividad? ¿Se han clarificado los objetivos a lograr? ¿Tienen los padres un cierto control de seguimiento?

.Conozcamos los objetivos que el monitor de ajedrez va a trabajar

En la mayoría de las ocasiones los padres asumen que el ajedrez es intrínsecamente educativo, lo que es una gran verdad, pero no debería ser suficiente. Las clases extra-escolares de Ajedrez vienen creando desde hace décadas contextos donde se pretende únicamente que los alumnos mejoren su nivel de ajedrez, porque eso les permitirá competir, e incluso llegar a tener ELO (un sistema numérico de puntuación que intenta definir el nivel de competición de cada persona).

Ajedrez y ambientes medievales

Sin embargo, poco se conoce del monitor que va a conducir la actividad, salvo quizás que es un «monitor federado». Nada se sabe de sus objetivos, de su metodología y de su experiencia docente.

En el mejor de los casos -la mayor parte de las veces- nos encontramos con un fuerte jugador de ajedrez, un monitor que quiere dotar a sus alumnos del mejor nivel posible para que compitan con éxito.

En el peor de los casos, alguien sin experiencia docente, sin una base didáctica apropiada, buscará los mejores alumnos y tratará como sea que se orienten a la competición deportiva. Con ser legítimo, puede no ser suficiente para los padres, y mucho menos para las necesidades reales de los niños y niñas.

Este  enfoque competitivo sólo sirve a una pequeña base de alumnos, y está decididamente centrado en la individualidad. Como la realidad nos enseña tozudamente, muchos niños y sobre todo niñas, acaban abandonando esa carrera, esa orientación competitiva donde no aparecen normlmente otros valores ni relación con otras disciplinas.

.Niños y niñas, cada uno a su ritmo, buscando su propio desarrollo

Esta realidad es solo una de las razones por las que desde AEDNA clarificamos el enfoque antes de iniciar la actividad. Nuestro objetivo es que todos los niños y niñas, en base a su capacidad y motivación, avancen a su ritmo en Ajedrez, pero sin olvidar que lo que verdaderamente buscamos es el logro de capacidades y competencias claves para sus vidas.  Los éxitos deportivos -muy relativos a estas edades– son mucho menos importantes para nosotros. Tratamos de que todos los niños se esmeren en ayudar a sus compañeros, y vean en ello un elemento clave del trabajo diario que además les mejora a ellos mismos.

El Ajedrez, en un enfoque educativo, es sólo un medio para mejorar la capacidad de concentración, la disposición a enfrentarse a problemas (matemáticos, de lectura, de relación..) y que utilicen ajedrez en su ambiente social y familiar como medio de mejora de sus capacidades cognitivas y emocionales,la autoestima y autoconfianza.

 

.No debemos renunciar a que compitan si lo desean

No. De ningún modo, y menos en encuentros escolares que nos parecen tan interesantes y educativos en todos los sentidos. Pero no es un objetivo a lograr que pueda ser comparable a la mejora de la comprensión lectora, a la mejora de la concentración, al incremento de su capacidad de enfrentarse y resolver problemas o al aumento de su nivel de autoestima.

.Forzar en exceso esa orientación hacia la competición en Ajedrez puede ser realmente dañino en algunos casos, e incluso conseguir el resultado opuesto: muchos abandonan ese ajedrez.

Los cursos que proponemos desde AEDNA

Los cursos que damos presencialmente en colegios en horario extra escolar, los que damos a los docentes en los CAP y los que damos en la UNED a educadores y docentes de España e Hispanoamérica, tienen este enfoque fundamentalmente educativo. El modelo que seguimos es el llamado Los 7 colores del Ajedrez Educativo, y en él, el mundo de la competición no es un objetivo en absoluto,aunque sí que animamos en cierto modo, con otras miras y objetivos.

.Los padres deben conocer qué enfoque va a emplearse en las «clases de ajedrez» a las que inscriben a sus hijos

Alumnos con sus ejercicios personalizados

Preguntemos por los objetivos que se plantean, si tiene una orientación puramente educativa o competitiva, cómo se va a medir y de qué materiales van a disponer los alumnos.

 

 

 

.Resumiendo estas ideas

.El Ajedrez Educativo, terapéutico y social se orienta a todos los alumnos,  independientemente de su capacidad, edad y ritmo, con unas miras que trascienden al propio ajedrez. Incluso los adultos pueden ver colmados muchos de sus intereses, además de tener otra herramienta de socialización riquísima, como una herramienta extraordinaria intergeneracional.

.El ajedrez orientado a la competición acaba siendo -para los propios niños- un camino hacia la búsqueda de los mejores, donde muchos niños, y sobre todo niñas, acaban abandonando ese camino como demostración de que echan en falta otro tipo enfoques y encuentros, a veces muy alejados de la pura competición deportiva que busca al mejor y de la imprescindible dosis de agresividad que requiere la lucha competitiva.

Ahora quizás podrá entenderse mejor por qué desde AEDNA impulsamos ajedrez y teatro, ajedrez y música, y lanzamos certámenes literarios dirigidos a que los alumnos participen y sean protagonistas de actividades que requieren leer, escribir, pensar, inventar y soñar. Por ello hicimos reales ideas como el  Certamen literario Ajedrez Educativo, nacido de la asociación hermana ADADAE, como una de las actividades que surgen de este enfoque y de donde tomaremos historias que se teatralizarán en un futuro cercano.

.El Ajedrez Educativo, terapéutico y social se propone, en última instancia, que el ajedrez sea un elemento que acompañe a los alumnos de cualquier edad a lo largo de toda su vida, aunque no lleguen nunca a competir. Un ajedrez hecho para las relaciones sociales, para jugar con amigos y familia, para enseñar a los más peques y que les permita participar en torneos esporádicos (escolares o locales) logrará que cada persona tenga en el Ajedrez esa actividad motivadora, no estresante, que puede jugarse en casa, en la cafetería, en la escuela o en el campus de la universidad, y que crea rutinas vitales como pensar antes de actuar o trabajar en una reparadora disposición afectiva a enfrentarse a dificultades.

Si como padre o madre, responsable de APYMA, miembro del Consejo Escolar de tu Centro o responsable de centro de adultos, te interesa conocer más sobre este enfoque, y cómo orientamos las clases en los distintos centros, no dudes en ponerte en contacto con nosotros mediante mensaje en cristinaperez.ajedrezeducativo@gmail.com.

Estaremos encantados de responder o plantear una charla en el Centro o Asociación.